@pujantechema. El Real Murcia cayó estrepitosamente frente al FC Barcelona B (4-0), en un partido marcado por quince minutos aciagos, en los que los grana no estuvieron a la altura de la exigencia que demandaba la situación.

Los pimentoneros saltaron al campo con las mismas ganas de siempre. En los primeros cinco minutos, Wellington Silva desbordó por banda en dos ocasiones pero sus centros no encontraron rematador. En la tercera llegada grana, a la salida de un córner, Kike marcó gol pero el árbitro, a instancias de su linier, anuló el tanto, por un inexistente fuera de juego. Nunca sabremos si con el 0-1, el partido y el marcador hubiera sido distinto.

Lo cierto es que esos primeros minutos de dominio grana resultaron ser un espejismo. A partir de ahí, el Barça B fue un torbellino de fútbol. Pronto, Munir, coge a Casto adelantado, y su diabólica vaselina pone a los de Eusebio con ventaja en el marcador. Y pocos instantes después, Dongou aprovecha una indecisión en el área murcianista para aumentar la diferencia. Duro golpe para el Murcia. La puntilla definitiva llegó en un lanzamiento de penalty por derribo de Mauro a Dongou. 

El 3-0 fue un castigo demasiado severo para lo visto en la primera mitad, y una losa bastante difícil de levantar. El Real Murcia intentó rehacerse pero todo fue un querer y no poder. Sólo la casta que tiene el equipo aun siendo vapuleado, se vio en algunos lances del partido, pero sin llegar con clarividencia a la meta de Masip. Transcurrida la mitad del segundo tiempo, Adama materializó de fuerte disparo el definitivo 4-0. Y ahí, el partido murió.

Para el Murcia fue un duro traspiés, más aún cuando apenas hacía seis días, que venía de disfrutar de una gran goleada y de hacer uno de los mejores partidos disputados esta temporada. Con el marcador que se produjo en el Mini Estadi, los granas entierran las remotas posibilidades que tenían de ascender directamente como segundo clasificado. Esta goleada reafirma lo que en ocasiones ha mencionado Julio Velázquez en alguna rueda de prensa. Cuando el equipo no se mostrara al 100% en el campo, podría recibir un golpe fuerte. 

Tratando de encontrarle el lado positivo a la derrota, el Real Murcia sigue en una inmejorable posición para entrar en la promoción de ascenso, y más vale que este duro revés se haya producido antes del playoff, cuyo desenlace hubiera sido definitivo.